A continuación experiencias y referenias de algunos clientes relacionados con encuentros de "Terapia Creativa":
M A R I O L A
Cuando conocí a Kurt, me cautivó su mirada, limpia, directa, su forma de hablar, ... ... hubo una conexión fluida desde el primer momento. Ese primer encuentro fue en Septiembre del 2.014. Muchos han tenido lugar desde entonces y todos ellos fueron distintos. Había días que iba derrotada, otros agobiada, otros sin ganas, ... ... Pero en todos ellos allí estaba el, el guía con su atenta escucha, sus silencios, sus anécdotas, sus siempre oportunos comentarios, observaciones, ... Y así es, como poco a poco me ha ido reconduciendo a mi camino, descubriendo, sacando toda esa riqueza que estaba ahí, en mi interior. Hoy después de un arduo pero fructífero trabajo soy yo, aceptando mis virtudes y mis defectos, siendo capaz de ver la vida, lo que pasa y a quienes pasan por mi lado de forma muy distinta. Con la mirada puesta en el presente, en el aquí y ahora, disfrutando de cada momento. Viendo el pasado como todo aquello que viví, con aciertos y desaciertos, pero que en definitiva hizo posible que fuera la persona que soy hoy.
A N A
.....he tardado un poco en contestar, pero la verdad es que he estado de vacaciones y con muchas ganas de estar conmigo misma y disfrutar de cada momento sin agobio; esa es una de las cosas que he notado que se me han acentuado (junto a una sensación general de agradecimiento) en los días posteriores de nuestros encuentros. En este espacio de tiempo he llevado a cabo también iniciativas que llevaba muchísimo tiempo posponiendo y que me creaban malestar y lo que me ha resultado más increíble (porque jamás me planteé hacerlo) es que me he deshecho de objetos que me vinculaban con un pasado que ya no existe, en algunos casos con personas que hace décadas salieron de mi vida. Muchísimos besos. Ana
.....he tardado un poco en contestar, pero la verdad es que he estado de vacaciones y con muchas ganas de estar conmigo misma y disfrutar de cada momento sin agobio; esa es una de las cosas que he notado que se me han acentuado (junto a una sensación general de agradecimiento) en los días posteriores de nuestros encuentros. En este espacio de tiempo he llevado a cabo también iniciativas que llevaba muchísimo tiempo posponiendo y que me creaban malestar y lo que me ha resultado más increíble (porque jamás me planteé hacerlo) es que me he deshecho de objetos que me vinculaban con un pasado que ya no existe, en algunos casos con personas que hace décadas salieron de mi vida. Muchísimos besos. Ana
L A U R A
Holaaa!!!!
Je, je, je tú también cansado el lunes??? no me extraña! tuviste mucho trabajo conmigo!!!!!!! Si, estoy muy agitada, revuelta y muy extraña, pero los pequeños momentos de calma que experimento....son realmente eso...CALMA!!!! Hacía años que no me sentía así!!!!!! Me siento como un bebé! GRACIAS!!!!!! Gracias por tu apoyo!!!!!!! un abrazo de oso!!!!!!! Laura
Holaaa!!!!
Je, je, je tú también cansado el lunes??? no me extraña! tuviste mucho trabajo conmigo!!!!!!! Si, estoy muy agitada, revuelta y muy extraña, pero los pequeños momentos de calma que experimento....son realmente eso...CALMA!!!! Hacía años que no me sentía así!!!!!! Me siento como un bebé! GRACIAS!!!!!! Gracias por tu apoyo!!!!!!! un abrazo de oso!!!!!!! Laura
F R A N
Cuando me paro y pienso como me ha ido desde que empecé contigo me doy cuenta que mi vida ha cambiado completamente y todo para bien, para mejorar. Ahora disfruto mucho más de todo: que hace frío, lo disfruto y me gusta sentirlo en la cara, llegar a casa y meterme en la cama calentita...Que hace calor, lo mismo, me doy una ducha fría y a disfrutar. Veo las cosas de forma mucho más positiva, a la gente también, las cosas me molestan menos, estoy mucho mejor físicamente, mi cabeza es más positiva y pienso mucho menos, he dejado de etiquetar a la gente (aunque alguna vez se me escape alguna etiqueta). En resumen, que me veo a mí mismo mucho mejor y por eso tengo que darte las gracias y te estaré siempre agradecido. Un abrazo fuerte y hasta muy prontito.
Fran
Cuando me paro y pienso como me ha ido desde que empecé contigo me doy cuenta que mi vida ha cambiado completamente y todo para bien, para mejorar. Ahora disfruto mucho más de todo: que hace frío, lo disfruto y me gusta sentirlo en la cara, llegar a casa y meterme en la cama calentita...Que hace calor, lo mismo, me doy una ducha fría y a disfrutar. Veo las cosas de forma mucho más positiva, a la gente también, las cosas me molestan menos, estoy mucho mejor físicamente, mi cabeza es más positiva y pienso mucho menos, he dejado de etiquetar a la gente (aunque alguna vez se me escape alguna etiqueta). En resumen, que me veo a mí mismo mucho mejor y por eso tengo que darte las gracias y te estaré siempre agradecido. Un abrazo fuerte y hasta muy prontito.
Fran
M I G U E L
Hola Kurt.
En este tiempo he vivido muchas cosas y jamás imagine que existían sensaciones tan maravillosas como el Amor Incondicional. De mis obsesiones cada vez queda menos y son cada vez mas débiles. Este proceso es enriquecedor y también expresar mi rabia me deja en paz y con el cuerpo y mente receptivos a mi entorno. Fue una salvación encontrarte hace ya 3 años, fue algo que previamente había pedido al Cielo, y llego mi Maestro bajo la forma de Kurt. La verdad es que puedo afirmar que cada día intento ser mas feliz y la verdad es que lo estoy consiguiendo. Mi proceso es ahora ir expresando la rabia, aceptando esta parte mía que he dejado en el pasado fuera por miedo a no ser aceptado. Poco a poco o mucho a mucho, voy sanándome. Siento una enorme gratitud por tu Presencia junto a la mía, por tu paciencia, por tu escucha activa, por tu elección de quedarte a vivir en Sevilla. Gracias Kurt,
Miguel
En este tiempo he vivido muchas cosas y jamás imagine que existían sensaciones tan maravillosas como el Amor Incondicional. De mis obsesiones cada vez queda menos y son cada vez mas débiles. Este proceso es enriquecedor y también expresar mi rabia me deja en paz y con el cuerpo y mente receptivos a mi entorno. Fue una salvación encontrarte hace ya 3 años, fue algo que previamente había pedido al Cielo, y llego mi Maestro bajo la forma de Kurt. La verdad es que puedo afirmar que cada día intento ser mas feliz y la verdad es que lo estoy consiguiendo. Mi proceso es ahora ir expresando la rabia, aceptando esta parte mía que he dejado en el pasado fuera por miedo a no ser aceptado. Poco a poco o mucho a mucho, voy sanándome. Siento una enorme gratitud por tu Presencia junto a la mía, por tu paciencia, por tu escucha activa, por tu elección de quedarte a vivir en Sevilla. Gracias Kurt,
Miguel
E V A
Buenas noches Kurt
Cuando me has preguntado que cómo me sentía al terminar la sesión te he dicho que me sentía mejor porque tenía un teléfono al que llamar si me surgían dudas. De vuelta a casa en el autobús me he dado cuenta de que esa no es la respuesta correcta. Me siento mejor porque ahora sé que puedo hacerlo, aunque necesite un poco de apoyo por mi inexperiencia en algunos campos. Pero eso es lógico, la experiencia solo se adquiere experimentando. Muchas gracias por la sesión de hoy, eres estupendo, no cambies nunca, por lo menos en ese aspecto. Te permito que cambies en otras cosas si quieres porque todos tenemos que evolucionar. Mil besos,
Eva
Cuando me has preguntado que cómo me sentía al terminar la sesión te he dicho que me sentía mejor porque tenía un teléfono al que llamar si me surgían dudas. De vuelta a casa en el autobús me he dado cuenta de que esa no es la respuesta correcta. Me siento mejor porque ahora sé que puedo hacerlo, aunque necesite un poco de apoyo por mi inexperiencia en algunos campos. Pero eso es lógico, la experiencia solo se adquiere experimentando. Muchas gracias por la sesión de hoy, eres estupendo, no cambies nunca, por lo menos en ese aspecto. Te permito que cambies en otras cosas si quieres porque todos tenemos que evolucionar. Mil besos,
Eva
P E D R O P A B L O
Hola Kurt,
soy Pedro Pablo Ponferrada, el hermano de Carmen. Estuve contigo el sábado.
La primera impresión que me llevé al conocerte y, más concretamente cuando me saludaste, fue buena (de acercamiento), aunque realmente, con el problema que yo tengo (la adicción de la que hablamos) no sabía en qué me podrías ayudar.
Creo que cuando empecé a comentarte mi problema con la adicción, el cómo me encontraba en esos momentos, y más temas de los que hablamos, me resultó realmente fácil hacerlo, como si me dieras confianza y realmente me escucharas (al menos fue la percepción que tuve).
Cuando sacaste el tema de que tú habías tenido cuatro adicciones en tu vida (tabaco, alcohol, juego y creo recordar azúcar), me sentí en parte identificado porque con la persona con la que estaba hablando había vivido experiencias de adicciones (aunque no iguales a la mía), pero creo que de esa manera se sabe de lo que estoy hablando y de cómo me puedo sentir. Quizá por ese motivo, me sentí más a gusto, más tranquilo.
Creo que cuando me relatabas el cómo superaste tus adicciones, me intentabas decir que se puede realmente superar una adicción y seguir adelante, porque ahí estabas tú con tus sesenta y tantos años, sano, con la cabeza "limpia". Y no sólo superar una adicción, sino cualquier situación que nos surja en la vida. Realmente se puede si tú quieres, sí si tú quieres, sí si tú quieres. Y yo creo que la única fórmula que hay para afrontar cualquier situación, el querer hacerlo.
Cuando hicimos el ejercicio que llamabas "de confianza", me sentí bien aunque no lo conseguí hasta la tercera. Y cuando me pediste a mí que te cogiera, después de sentir tu reacción, no sabría describir cómo me sentí, salvo que muy bien (creo que nunca he sentido esa sensación en ninguna otra situación).
A partir de ese momento noté que estaba viviendo con más intensidad todo lo que pasaba, como más concentrado, como que sólo existíamos los dos. Una sensación de desconectar de todo lo que me rodeaba, una sensación que no recuerdo haberla vivido nunca.
Te comenté algún tema que tengo dentro de mí, sobre mi madre, mi padre y mi ilusión por tener un hijo. Creo que faltaron muchas cosas más que contar y que posiblemente se las empiece a contar a mi pareja, Marian. Poco a poco.
Me acuerdo que cuando te empecé a comentar cómo me sentía actualmente, te dije que no se me quitaba de la cabeza el volver a consumir, que tenía ansia, y que tenía en mente ir a coger el lunes o el martes, que eso era lo que pensaba en ese momento.
Al llegar el sábado por la noche a Madrid estaba deseando llegar a casa, pero no comenté mucho con Marian, aunque realmente quería hablar con ella. No obstante, yo me encontraba bien. Al día siguiente no pensaba que llegase el lunes o el martes par ir a coger, mi mente se centraba más en empezar a hacer cosas para cambiar. Por la tarde me fui con Marian a dar un paseo y empecé a contarle cosas que quería hablar con ella, cosas que de verdad me importan, y así lo hice, aunque la verdad me quedan muchas más cosas que contarla y muchas cosas nuevas que vendrán. Pasé un domingo muy bueno, como hacía mucho tiempo que no lo pasaba.
Hoy lunes, al ir a trabajar, para mí ha sido distinto que las últimas semanas, creo que empecé haciendo cosas por cambiar. Poco a poco.
Sé que me dijiste que te escribiera unas líneas sobre lo que me había parecido la cita que mantuvimos, siento haber sido tan extenso, pero me sentía en la necesidad de contarte algo más. Me alegra profundamente haberte conocido, espero algún día volver a quedar contigo.
Un abrazo, Pedro Pablo
soy Pedro Pablo Ponferrada, el hermano de Carmen. Estuve contigo el sábado.
La primera impresión que me llevé al conocerte y, más concretamente cuando me saludaste, fue buena (de acercamiento), aunque realmente, con el problema que yo tengo (la adicción de la que hablamos) no sabía en qué me podrías ayudar.
Creo que cuando empecé a comentarte mi problema con la adicción, el cómo me encontraba en esos momentos, y más temas de los que hablamos, me resultó realmente fácil hacerlo, como si me dieras confianza y realmente me escucharas (al menos fue la percepción que tuve).
Cuando sacaste el tema de que tú habías tenido cuatro adicciones en tu vida (tabaco, alcohol, juego y creo recordar azúcar), me sentí en parte identificado porque con la persona con la que estaba hablando había vivido experiencias de adicciones (aunque no iguales a la mía), pero creo que de esa manera se sabe de lo que estoy hablando y de cómo me puedo sentir. Quizá por ese motivo, me sentí más a gusto, más tranquilo.
Creo que cuando me relatabas el cómo superaste tus adicciones, me intentabas decir que se puede realmente superar una adicción y seguir adelante, porque ahí estabas tú con tus sesenta y tantos años, sano, con la cabeza "limpia". Y no sólo superar una adicción, sino cualquier situación que nos surja en la vida. Realmente se puede si tú quieres, sí si tú quieres, sí si tú quieres. Y yo creo que la única fórmula que hay para afrontar cualquier situación, el querer hacerlo.
Cuando hicimos el ejercicio que llamabas "de confianza", me sentí bien aunque no lo conseguí hasta la tercera. Y cuando me pediste a mí que te cogiera, después de sentir tu reacción, no sabría describir cómo me sentí, salvo que muy bien (creo que nunca he sentido esa sensación en ninguna otra situación).
A partir de ese momento noté que estaba viviendo con más intensidad todo lo que pasaba, como más concentrado, como que sólo existíamos los dos. Una sensación de desconectar de todo lo que me rodeaba, una sensación que no recuerdo haberla vivido nunca.
Te comenté algún tema que tengo dentro de mí, sobre mi madre, mi padre y mi ilusión por tener un hijo. Creo que faltaron muchas cosas más que contar y que posiblemente se las empiece a contar a mi pareja, Marian. Poco a poco.
Me acuerdo que cuando te empecé a comentar cómo me sentía actualmente, te dije que no se me quitaba de la cabeza el volver a consumir, que tenía ansia, y que tenía en mente ir a coger el lunes o el martes, que eso era lo que pensaba en ese momento.
Al llegar el sábado por la noche a Madrid estaba deseando llegar a casa, pero no comenté mucho con Marian, aunque realmente quería hablar con ella. No obstante, yo me encontraba bien. Al día siguiente no pensaba que llegase el lunes o el martes par ir a coger, mi mente se centraba más en empezar a hacer cosas para cambiar. Por la tarde me fui con Marian a dar un paseo y empecé a contarle cosas que quería hablar con ella, cosas que de verdad me importan, y así lo hice, aunque la verdad me quedan muchas más cosas que contarla y muchas cosas nuevas que vendrán. Pasé un domingo muy bueno, como hacía mucho tiempo que no lo pasaba.
Hoy lunes, al ir a trabajar, para mí ha sido distinto que las últimas semanas, creo que empecé haciendo cosas por cambiar. Poco a poco.
Sé que me dijiste que te escribiera unas líneas sobre lo que me había parecido la cita que mantuvimos, siento haber sido tan extenso, pero me sentía en la necesidad de contarte algo más. Me alegra profundamente haberte conocido, espero algún día volver a quedar contigo.
Un abrazo, Pedro Pablo




No hay comentarios:
Publicar un comentario